Caminando juntos por Gran Vía.
Volví a encontrar la felicidad
en los rincones de sus ojos.
Entre mil personas, éramos dos.
Configurar el día es imposible,
jamás será la misma gente.
La brisa del atardecer ilumina
nuestras manos acercándose.
Esa luz es nuestra, un regalo.
El edificio Carrión es testigo.
Va aplacando esa soledad de
un pequeño y frágil paraíso.
(Inolvidable y único momento caminando)
by Ramz
Deja un comentario