Rain down on the souls

La imagen del alma se va rearmando.

Al llegar a la ciudad.

Frente a los espejos, los televisores.

En la certeza de su recuerdo.

 

Maniquí robotizado. Vistiéndose.

De época y modernidad.

A veces me miro en un desconocido.

Reconociéndonos bajo la lluvia.

 

Alma cero que no pide rearmarse.

Va detrás de cada brisa.

En caída libre conociendo.

Para mojarse nuevamente. Sentir.

 

La imagen del alma se va rearmando.

En la diminuta ciudad.

¿Qué es este lugar? ¿Dónde estamos?

Bajo la lluvia como todos, mojándonos.

Dragones en su interior

 

Reencarnación y olvido sobre los huesos.

Los dragones buenos, dragones muertos.

Saliendo de su estómago y de sus letras.

De la indómita naturaleza.

Cruzaron fronteras y tecnologías.

ADN guardado y olvidado. Un mito.

Almas perdidas, olvidadas por la tierra.

Desde las entrañas salieron sus garras.

Bolas de fuego que cruzaron el viento.

El tiempo y todos los mares.

Sus brazos fueron sus alas.

Sus piernas, sus garras y su defensa.

Su corazón de oro, fue apetecido.

Traicionada y mal herida.

Fugitiva del tiempo, de tierras antiguas.

En sus ojos las siluetas son parecidas.

Sombras distorsionadas que hablan.

Casi puedo ver los castillos desde el aire.

Puedo sentir el viento de la montaña.

Ver correr a los humanos asustados.

Pero ahora ese mundo está muy lejos.

Y todo el fuego se ha consumido.

Se volvió humana y se volvió mujer.

Abstracto ser

 

Reluce lo abstracto en cada espacio.

De la ciudad que desaparece.

Bajo su propia sombra.

Iconografía que no hace ruido.

En mi camino invisible.

Las miradas son abstractas.

En una calle incierta.

Su abreviada realidad es mi caminar.

Entre conceptos y movimientos.

Esa interacción habitual.

Todo vuelve a suceder, es multitud.

Llena de luz, llena los ángulos.

 

 

by ramz

Piano esclavizado

 

Suena precisa esa tecla del piano.

Sobre la gota de agua que roza.

El sonido y la emoción.

 

Sublime instante en el universo.

Piano esclavizado en su dolor.

De un furtivo autor que toca.

 

Por instantes la configuración.

Que espera en su silencio.

Para ser reproducida.

 

En el vacío en el cual estamos.

Suspendidos en la respiración.

En una nota y su interpretación.

 

 

por Reinaldo

Tinta indeleble

 

La tinta marcando mis sesos.

Mensajes que inundan.

Que salpican a alguien más.

Pixeles de esta realidad.

Lágrimas de tinta indeleble.

En los discursos. En la lluvia.

Una marca de paz, la guerra.

Un suspiro, un grito, auxilios.

Tinta indeleble, una huella.

El regocijo de lo privado.

Sus gestos los míos.

Una ilusión y una posibilidad.

Suspendiendo los entornos

No existe nada sobre mis horas en un bar.

Ni vasos, ni botellas de licor.

 

No hay nada sobre estas letras, ni versos.

Nada de gente a mí alrededor.

 

No existe nadie que me hable, ni emoción.

No hay amor, tampoco dolor.

 

Suspendiendo los entornos.

 

La vejez de años es toda para el resto.

Me quedo entre letras constantes.

 

No sé de tiempo para estar corriendo.

No sé de inquietud por una pausa.

La dinámica de las cosas

Es el infinito de un poema que sucede.

Sobre cada calle y su trivialidad.

 

Un disfraz para cada cosa y su riesgo.

Abraza el silencio sin aviso.

 

Dinámica que ocurre entre nosotros.

En cada paso sobre la ciudad.

 

Energía limítrofe para cada persona.

Que sucede, ni antes ni después.

 

Nos muestra y oculta soluciones.

Nos hace bailar, correr o caminar.

 

Dinámica involuntaria que nos lleva.

En un laberinto hecho a la medida.

Abriendo puertas al revés

Abriendo puertas al revés, sin orden.

Sin continuidad, sin asociación.

Ni siquiera tocamos para entrar.

Solo empujamos en codicia.

Picaportes sobre las alturas.

Sin saber qué hay del otro lado.

Avanzamos sobres los dinteles.

 

Abriendo puertas al revés, sin evocar.

Se filtra el aire por debajo.

Oigo ruidos de un pasado.

Se producen las ansias de salir.

 

Abriendo puertas al revés, difíciles.

No siempre están las llaves.

Al otro lado, algo inesperado.

Se producen las ansias de ingresar.

Rendezvous sobre la ciudad

Cuál es el mejor rendezvous del día.

Sobre los anhelos o carencias.

En aquellos semejantes.

Que dejan rastros involuntarios.

Sobre entornos desconocidos.

Calles que dan paso a la casualidad.

Cualquier instante es preciso.

Para advertirse.

En cómplices lecturas, concluyentes.

Verdad contigua sobre los opuestos.

Juegos de inseguridad en el alma.

 

Como caricaturas de una historia.

Vamos escribiendo nuestros pasos.

Puntos de vista para compartir.

Detrás de una cuidad, solo nosotros.

Nuestras orejas de elefante

Buscando las orejas de elefante de la hembra.

Debajo de sus audífonos.

Vi que éramos de la misma especie.

Te mostré mis orejas largas también.

 

Dos paquidermos humanos buscando conexión.

Intercambiamos número de celular.

Nuestro marfil es único entre los demás.

Nadie más sabe cómo somos en realidad.

 

Dos paquidermos humanos ocultos en internet.

Cada noche por la cámara web.

Movemos nuestras orejas para conquistarnos.

Mientras el cielo nos recuerda en la selva.

 

Somos diferentes tú y yo por toda la eternidad.

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